En 2017, por primera vez hubo una huelga mundial de mujeres. En más de cincuenta países se programaron acciones colectivas coordinadas y efectuadas por mujeres de diferentes clases sociales; militancias políticas; pertenencias culturales, “raciales”, étnicas; sexo biológico; orientación sexual; edad; condición migratoria. Fue inédito. Se mostró el número grande y el lazo fuerte de organizaciones de mujeres y feministas. En América Latina, el movimiento ya había ganado potencia y presencia desde 2015 aproximadamente. La gran mayoría de los gobiernos hoy —a diferencia de hace una década— tienen que pronunciarse en torno a asuntos colocados en su programa por los feminismos. La forma en que lo hagan define su calibre conservador, autoritario o progresista. La huelga global…