Diálogos

Luces para un desembarco: ¿fundamentalismo religioso en Cuba?

Lirians Gordillo

Esta entrevista coral tiene cuerpo gracias a las declaraciones concedidas para el reportaje Feministas reaccionan frente a posturas conservadoras publicado por SEMlac Cuba. Comparto las respuestas de Zaida Capote Cruz, Ailynn Torres Santana y lxs integrantes del colectivo Nosotrxs Afibola Sifunola Umoja, Diarenis Calderon Tartabull y Nancy Cepero presintiendo que este eso solo el comienzo de un ¿debate?

Desde artículos digitales, campañas, post, redes sociales, videos y el púlpito se va propagando la crítica a la “ideología de género”. Son frecuentes frases como “el patriarcado no existe”, “es un atentado contra la familia y el diseño original”, “es un ataque y persecución religiosa”. ¿Qué lectura podemos hacer de estos discursos? ¿Cuáles pueden ser sus verdaderas intenciones?

Ailynn Torres Santana: Lo primero es advertir que no estamos hablando de un asunto local. De hecho, en alguna medida, Cuba ha llegado tarde a este tipo de escenarios confrontativos entre denominaciones religiosas católicas, evangélicas, etc. y movimientos ciudadanos con inspiración feminista que integran una agenda de defensa de derechos sexuales y reproductivos, diversidades sexuales, luchas por la equidad. En países como México, Colombia, Perú, Brasil, Ecuador, Chile y varios de Centroamérica, este asunto ya tiene un recorrido de décadas, con mayor virulencia en la que está en curso.

En cada uno de esos países la escalada contra la “ideología de género” ha respondido a coyunturas específicas. Una parte de las veces –y eso es notable respecto a lo que está sucediendo en Cuba– ha aumentado la tensión en coyunturas legislativas.

Lo segundo es aclarar que no se trata de una confrontación religiosa vs. feminismos, o religiosa vs defensa de derechos sexuales y reproductivos, o religiosa vs colectivos de defensa del matrimonio igualitario. Si homogenizamos la opinión religiosa jugamos con una carta débil. Al interior de ese campo habitan distintos posicionamientos y esa diferencia no es desestimable. Las diferencias a veces se expresan en no pronunciamientos o, en los casos más loables, en abierto apoyo a la agenda de equidad de géneros aún dentro de los marcos doctrinales religiosos. El mismo discurso del Vaticano ha tenido giros en diferente sentido respecto al tema; que han ido desde la defensa más radical de la familia “natural” a la profundización del discurso de la complementariedad entre hombres y mujeres y a un discurso de tolerancia hacia otras diversidades.

Lo tercero es que la estrategia y contenido de la escalada es bastante homogénea transnacionalmente. Uno de sus signos es el uso novedoso, a veces hasta fresco, de consignas y modos de comunicar. Detrás hay conservadurismo rancio, pero se despliega en claves publicitariamente atractivas.

Igualmente, el uso de la categoría “ideología de género” también es transversal y ha sido creada para la ocasión. La misma expresión se usa en todos los contextos latinoamericanos y con ella se espera nombrar un corpus proveniente de las militancias feministas y de la teoría y academia feminista que cuestiona contenidos que se consideran peligrosos para “el diseño original”, eso es: la familia tradicional heteronormativa, los roles tradicionales de género, la sexualidad tradicional.

El objetivo no está velado. La defensa al “diseño original” ignora que la familia que defienden es excluyente si se considera la única posible y existente, que los roles de género tradicionales reproducen la desigualdad, y que los derechos sexuales y reproductivos son, antes que todo, derechos, no concesiones, no prebendas.

Nosotrxs: La ideología de género es una de las tantas maneras que hemos encontrado las personas que estamos fuera de la heteronormatividad para hacernos visibles, pero hasta el opresor tiene una ideología de género de la que no escapa: la idea binaria de hombre mujer, poniendo siempre al hombre delante o por encima, la idea de que lesbianas, gays, trans no gocemos de los mismos derechos de las personas heterosexuales, la idea de que las mujeres no podamos abortar si es lo que deseamos ya que nuestros cuerpos solo nos pertenece a nosotras, la idea macabra de querer controlar el cuerpo femenino como uso exclusivo para el hombre en detrimento de nuestra libertad, aunque misógina, homofóbica, lesbofóbica y criminal, es también una ideología de género.

No sabemos si están escondiendo algo. Para nosotras están abiertamente subrayando una vez más la imposición del binarismo y la verticalidad tratando de borrar, de aplastar todo lo que sugiera un modo diferente de existir. Diferente a lo que ellos dictan a su conveniencia. ¿Qué es esa tan llevada y traída ideología de género a la que ellos hacen referencia, sino manipulación, apropiación para distorsionar la vivencia real? ¿Cómo podríamos atentar contra la familia aquellxs que estamos construyendo familias y espacio para ellas?

¿Cómo se pudiera ir contra la familia? ¿Es acaso la familia un esquema, un objeto? ¿Es la familia, como ellos dicen, una institución? Pensemos en esto. ¿Es la familia un contrato, un producto burocrático? ¿Acaso no nos deshumaniza esta concepción de familia? Somos personas. Las personas no somos objetos, ni esquemas ni productos manipulables. Somos independientes y libres y Nosotrxs construimos libre e independientemente nuestras familias.

Este conjunto de sus ideas, es un sistema de conservación de la “moral”, prejuzgando desde su credo, basado en la biblia, con una lectura radical de cómo debe ser el comportamiento en la sociedad de un grupo de personas. Esta Declaración Oficial de la Iglesia Evangélica Pentecostal Asamblea de Dios, las Convenciones Bautistas Oriental y Occidental, la Liga Evangélica de Cuba y la Iglesia Metodista de Cuba, es machista, sexista, homofóbico y excluyente; evoca la ideología política de las guerras de independencia donde sabemos que se visibiliza mayoritariamente la masculinidad, nuevamente para manipular. Su moral censura la actitud abierta y transgresora de los grupos sociales que, según ellos, tienen la voluntariedad de acatar el mal y que se manifiestan en desacuerdo con su canon.

“No es accidental que la ley de protección de la familia que es virulentamente anti mujer y anti negrx, también sea anti gay. Como persona negra se quiénes son mis enemigos, y cuando el Ku Klux Klan va a los tribunales de Detroit para tratar de forzar a la junta de educación a quitar libros que el Klan cree que “insinúan la homosexualidad”, entonces sé que no me puedo dar el lujo de luchar contra una sola forma de opresión. No puedo creer que la libertad de la intolerancia sea el derecho de un solo grupo y no puedo permitirme elegir entre los frentes en los que debo luchar contra estas fuerzas de discriminación, donde quiera que surjan para destruirme. Y cuando surjan para destruirme, no pasará mucho tiempo antes que aparezcan para destruirte.”*

Zaida Capote Cruz: La ideología conservadora seguirá intentando desalentar, desautorizar y ridiculizar la movilización contra el patriarcado. Hablar de “ideología de género” es una estrategia que pretende capitalizar la crítica a cualquier ideal de justicia e igualdad real para todas las personas y estigmatizar el feminismo y los estudios de género como contrarios a la cultura prexistente.

La sujeción a un modelo específico de familia, como si esa fuera la única manera en que los seres humanos podemos disfrutar del amor o la solidaridad, no tiene tanto que ver con un deseo de convivencia según las normas que dictan los libros sagrados de algunas religiones, como con la pervivencia de estructuras de autoridad que permitan al padre decidir cómo vive su vida el resto de los miembros de la familia. Eso está en el fondo de este debate.

En Cuba recientemente aparecen en un comunicado de 5 iglesias la mención a la “ideología de género” y su crítica como algo ajeno a la tradición y valores revolucionarios. ¿Puede tener cabida y desarrollo en Cuba una postura de este tipo? ¿Por qué comienzan a ser más visibles estas posturas ahora?

Nosotrxs: Al parecer raíces están echando. Es la impresión que da, aunque, ¿cómo saber con certeza si no tenemos acceso a sus maniobras solapadas hasta que se han manifestado de la manera radical e irrespetuosa que lo han hecho? lo que es obvio es que gozan de jerarquía y oficialidad para cosechar su palabra. Esta oficialidad y jerarquía es lo que les hace pensar que pueden tener influencia en el pueblo cubano y las personas foráneas que apoyan el movimiento LGBTIQA. Que esas raíces florezcan, es lo que no podemos permitir. Es necesario estar alertas a la manipulación y el caos que crean en las personas, porque esa es su estrategia, sembrar la duda porque lo absurdo es
obvio.

Zaida Capote Cruz: Cualquiera pensaría que no tendríamos que oír hablar de “diseño original” y lo demás en Cuba, donde la escuela es laica y el Estado también. Pero el Estado cubano ha perdido un espacio ideológico importante precisamente por entender la ideología como una religión. Si el debate sobre estos temas estuviera permanentemente reflejado en nuestros medios, si se promoviera la libertad en todos los ámbitos de la vida, si las instituciones y organizaciones políticas y de masas asumieran las voces divergentes y establecieran estrategias de trabajo comunes, seríamos más fuertes hoy para enfrentar una declaración que busca ubicarse a medio camino entre Dios y el Partido.

Sería cosa de risa si no fuera tan dramática la realidad de tanta gente que ve negado su derecho a realizarse plenamente en sociedad por los prejuicios instalados en las prácticas cotidianas y en la letra de la ley; movería a risa, repito, esa apelación a una supuesta herencia cultural y política contraria a lo que llaman “ideología de género” —que empiezo a entender se refiere, al menos parcialmente, a la práctica libre y responsable de la sexualidad de cada quién y a la lucha por garantizar esa práctica como un derecho. Como decía un bromista, quien esté en contra del matrimonio homosexual, que no se case con alguien de su propio sexo.

Entiendo que la Iglesia disienta de la búsqueda de tales libertades, aunque no sea toda la Iglesia, por suerte. Ahora bien, al considerarse con solvencia suficiente como para desautorizar un debate —que debería ser público y cotidiano al nivel de la calle, y no darse prácticamente solo en los espacios virtuales—, desde fuera de los espacios comunes de discusión y gobierno, esos representantes de agrupaciones religiosas asumen públicamente su capacidad de movilización para contestar a una posible instalación de las demandas solicitadas hace tiempo por activistas y militantes feministas y LGTBIQ en la reforma constitucional en curso.

¿Qué tiene la Iglesia a su favor? Más experiencia organizativa; una red de trabajo establecida. Y, debemos reconocerlo con pesar, mayor capacidad de diálogo con las estructuras de gobierno. Sin el respaldo de una institución –que es lo que nos ocurre con frecuencia–, toda propuesta termina en el limbo de las buenas intenciones. Y muchas veces las instituciones se han negado a dialogar con activistas y gente común. La Iglesia tiene una organización eficiente y puede movilizar a su gente. Nosotros, de este lado, ni siquiera alcanzamos a ponernos de acuerdo en cuáles serían nuestros objetivos comunes y hemos desaprovechado la posibilidad de mostrar nuestra fuerza públicamente.

Te cuento algo: hace poco, yendo al teatro, vi de lejos la marcha contra la homofobia y no supe qué era; ni siquiera me había enterado del cambio de fecha. Es cierto, no uso mucho las redes sociales, estoy en desventaja por eso, pero imagino que gran parte de la población cubana vive en condiciones semejantes y quién sabe cuántas personas se hubieran sumado gustosas.

Entonces, ¿por qué no convertir cada ocasión en una movilización? Claro que aquellos adversarios seguirán ladrando, es su naturaleza. Pero no avanzaremos sin establecer vías de comunicación y movilización efectivas. Representantes de las iglesias contrarias a la garantía de derechos reproductivos y sexuales ocupan escaños en parlamentos del mundo; ¿cuánto tiempo nos quedará para que eso ocurra también en Cuba? Es un hecho que la declaración de marras da por sentada, oportunistamente, la existencia de cierta sintonía con la postura del Partido, y por ello no dudan en apelar –con el lenguaje, por cierto, de la guerra fría–a la tradición de los “países comunistas”, ni en invocar, con un gesto sumamente provinciano, las herencias patriarcales nacionales y externas.

Ailynn Torres Santana: Como dije antes, la coyuntura legislativa habilita ese tipo de acciones, posicionamientos y pronunciamientos. La declaración a la que te refieres se centra en el asunto del formato de la familia, frente al peligro de que la coyuntura legislativa sea resquicio para avanzar en la lucha por el matrimonio igualitario en el país.

En segundo lugar, también cuenta que esta coyuntura legislativa está teniendo lugar en un escenario nacional de mayor presencia y consistencia de una agenda de defensa de derechos sexuales y reproductivos, equidad de género, denuncia de violencias de género y de la desigualdad, en sus diferentes registros. Ese contexto es caldo de cultivo para las alertas de signo conservador.

Aún en el formato que está transcurriendo la reforma constitucional (a través de una Comisión designada y no a través de Asamblea Constituyente, lo cual habilitaría formas más abiertas y democráticas para integrar contenidos de diferentes actores sociales) los temas relacionados con las desigualdades de género (incluyendo matrimonio igualitario) tienen mayor presencia y eso importa. Los firmantes directos e indirectos de la carta lo saben.

No debemos subestimar esa agenda ni creer que la alusión a la misma y su eventual centralidad busca desvirtuar los asuntos “verdaderamente importantes”. Más sustantivo sería analizar el escenario integralmente. Una parte corresponde a las intensas, legítimas y necesarias luchas por ampliar e institucionalizar derechos relacionados con el reconocimiento de las diversidades sexuales y de género. Otra parte tiene que ver con la conformación de actores sociopolíticos que empiezan a aparecer, en otros códigos, en la esfera pública del país. ¿Cómo reaccionarán otros sectores de la sociedad civil y la sociedad política? Lo que está sucediendo respecto al matrimonio igualitario puede ser un mirador privilegiado de las reorganizaciones políticas cubanas.

Por último, la referencia –casi inaudita– a los “valores revolucionarios” que aparece en esa carta tampoco tiene demasiada novedad. En otros contextos se usa exactamente la misma retórica. Pongo un ejemplo. En 2017 hubo un debate bastante grande en Ecuador a propósito de dos propuestas legislativas: el Código Orgánico de Salud y la Ley Integral para la prevención y erradicación de la violencia de Género contra las Mujeres. En medio de la muy encarnada polémica sale a la luz la Carta abierta de las Comunidades Católicas y Evangélicas del Ecuador a las Autoridades y ciudadanía en general. 1

En ese documento se invocaba a la constitución de ese país y a la “soberanía”, a “las raíces milenarias” de las mujeres y hombres del Ecuador, a “la sabiduría de todas las culturas”, a “las luchas sociales de liberación” frente a todas “las formas de colonialismo ideológico”, y se exhorta a “la convivencia ciudadana en diversidad y en armonía con la naturaleza”. De ese modo, los y las firmantes hacían un uso estratégico de la retórica social activa en Ecuador y del gobierno de la hora. Posicionarse contra la carta podría parecer que era posicionarse contra “las raíces milenarias”, la “soberanía”, “las luchas sociales de liberación”, etc. El discurso hablaba a la sociedad y al poder político ecuatoriano y trataba de montarle una encerrona con sus propias “armas”.

Para el caso cubano, donde dije lo anterior, póngase “luchas por la independencia”, “líderes históricos de la Revolución”, “países comunistas”, que es el discurso del mencionado documento.

La estrategia es manida. No hay duda. Y hay que advertirlo. Debemos tener –tanto la ciudadanía no firmante de esa Carta como el poder político– la lucidez suficiente para avisar la retórica y su estrategia.

¿Qué alertas y posturas debemos mantener desde los feminismos cubanos y la lucha por la igualdad y la equidad de género?

Zaida Capote Cruz: Hace rato venimos discutiendo la necesidad de organizarnos bien. Esta es una batalla que hay que dar, no es la primera vez que pasa y seguirá ocurriendo. Y si nuestros medios no dicen lo que ocurre, tendremos que divulgar lo que pasa haciendo campañas callejeras o como sea. La regresión no debe seguir ganando espacios. Tendríamos que fundar una coordinadora nacional o algo semejante que dé voz a nuestras demandas tanto como una representación pública y legal para articular respuestas consensuadas a gestos como este. Más de una vez he dicho que ninguna conquista se gana para siempre y que todas son reversibles si no hacemos nada por evitarlo. Demos esta pelea y defendamos, al hacerlo, todo lo que hemos ganado.

Ailynn Torres Santana: Las luchas feministas con vocación democratizadora han logrado, a pesar de sus quiebres y tensiones internas, cambios legislativos e institucionales y transformaciones socioculturales importantes. Los feminismos cubanos, aún incipientes sobre todo en sus formas organizativas (contamos con colectivos y esfuerzos de largo aliento y mucho interés, sin embargo muchas veces funcionan con bajo o nulo nivel de conexión y poca capacidad de incidencia y expansión), creo que debemos colocarnos en esa estela y seguir construyendo agenda y “corriendo la cerca” para ganar incidencia social y política.

Tenemos a nuestro favor la experiencia latinoamericana y global, la historia de los feminismos en el país, y la garantía de derechos ya alcanzados (por ejemplo, el derecho al aborto universal y gratuito, entre otros). Tenemos en contra la sospecha estatal a las iniciativas desde abajo no “apadrinadas” o guiadas por instituciones oficiales, y las coartaciones que ello supone.

Respecto al debate con colectivos religiosos e iglesias, no es raro que en el futuro cercano empiecen a escucharse frases como tipo “imperialismo de género” u otras. Y que continúe la presión por diversificar las formas pastorales: plantones, marchas, etc. Por ahora, la declaración mencionada es –no desestimable– un posicionamiento político, y no está cerca de provocar “pánico moral” alguno. Pero hay más pueblo luego del momento de reforma constitucional.

En el camino, creo importante tener claridad sobre que esto no es una lucha pro-género vs anti-género. Es una lucha por democratizar las formas sociopolíticas, socioeconómicas y socioculturales del país. Y esa es nuestra agenda.

Los y las firmantes de la carta defienden la naturalización de los géneros (son inscripciones naturales, “originales”, y hay que apegarse a “su diseño”). Nosotras defendemos su desnaturalización; eso es, el reconocimiento de las desigualdades que operan como realidades inmutables y que no son, en ningún caso, naturales; son producidas por formas estatales, dinámicas y estructuras de mercado, y por “ideologías religiosas”.

Nosotrxs: Reconocer esta declaración como violencia a los derechos humanos, al amor y a la paz. Fortalecer las alianzas entre colectivos y experiencias feministas que estén trabajando o aliadxs a la lucha contra los fundamentalismos y extremismos tanto políticos como religiosos. Reconocer las posibles experiencias feministas o grupos en su roll de instituciones para legitimar su trabajo. Crear una plataforma de activistas en cuba que destaque los equipos de trabajo con contenido activo, real y visible. Exigir nuestro derecho a la expresión sexual emocional. NOSOTRXS, plataforma afrofeminista, propone crear un taller sobre diversidad y modos de inclusión para crecer juntxs y así garantizar nuestras fortalezas contra este tipo de amenazas.

Notas:

*Audre Lorde No hay jerarquía de opresiones. 1983

1 Para un excelente análisis del caso ecuatoriano y una precisa referencia sobre este tema en América latina, ver: Vega, Cristina (2017) “¿Quién teme al feminismo? A propósito de la “ideología de género” y
otras monstruosidades sexuales en Ecuador y América Latina”. Disponible en:
http://www.sinpermiso.info/textos/quien-teme-al-feminismo-a-proposito-de-la-ideologia-de-genero-y- otras-monstruosidades-sexuales-en

Este texto fue publicado en el blog Asamblea Feminista: https://asambleafeminista.wordpress.com/2018/07/23/luces-para-un-desembarco-fundamentalismo-religioso-en-cuba/