Resumen:
- Desde aproximadamente 2015, los llamados “gobiernos progresistas” han mostrado agotamiento. El paisaje latinoamericano actual se caracteriza por la preeminencia de gobiernos del espectro de las derechas, que universalizan programas antiderechos en cuerda similar a lo que está sucediendo en otras regiones del mundo.
- Hoy, el grueso de los programas políticos latinoamericanos en el poder abanderan una agenda de retroceso en tema de derechos en general y para las mujeres en específico; y se alinean a un proceso global de desdemocratización.
- Actores fundamentalistas religiosos juegan un papel principal. El programa religioso fundamentalista ha producido un enemigo compacto: la “ideología de género”, parábola creada para avanzar en una ruta conservadora, enfrentar a la agenda feminista de democratización y bloquear avances institucionales y jurídicos previos –cuando los hubo– a favor de los derechos de las mujeres y comunidades LGTBIQ+.
- En el actual momento político latinoamericano, una de las novedades más notables es la relevancia de los temas relacionados con las mujeres, como grupo social específico, las relaciones de género y la población LGTBIQ+. A diferencia de años atrás, todos los gobiernos, sin excepción, se han pronunciado en torno a esos asuntos como parte primordial de su política. Los discursos, programas y prácticas respecto a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, el matrimonio igualitario, las brechas salariales, la paridad en la representación política, la lucha contra la violencia, etc. son centrales para definir el calibre conservador, autoritario o progresista de los gobiernos.
Texto disponible aquí: http://library.fes.de/pdf-files/bueros/quito/15682.pdf